En la cátedra de ilustración vectorial, nos pidieron que calquemos un personaje. Al principio, la idea me asustó un poco, ya que lo veía bastante complejo. Sin embargo, una vez que empecé a trabajar en ello, comencé a notar que me estaba saliendo muy bien, lo que me hizo sentir muy segura y motivada.
Elegí a Sakura como personaje porque me encanta su historia. La veía siempre cuando volvía del colegio y esa conexión emocional fue lo que me llevó a seleccionarla para este proyecto. Mientras avanzaba en la ilustración, me di cuenta de lo gratificante que es ver cómo el trabajo toma forma, algo que al principio me parecía intimidante.
Esta experiencia me enseñó a confiar en mis habilidades y a disfrutar del proceso. Me recordó lo importante que es seguir superando los retos que parecen difíciles al principio, porque el resultado final siempre vale la pena.
